Intrusos satelitales contaminan el aire con detalles falsificados.

Los autos esquivan a la llanta de bicicleta rota tirada en el asfalto.

Miguitas de pan esquizofrénicas se ocultan en el ombligo de un bebé.

Los limoneros especulan con los perezosos mangangáes veraniegos.

Él le dijo a ella: "Amor, more amor". Trabalenguas romántico. Risas.

Compro armonía edificada con rastis hallados en una bolsa sucia.

La línea de puntos nos condujo a un abismo de sonidos y figuras.

¿Te perturbaría imaginar a un ciego acuchillando a su fiel perro?

Medusa no usa anteojos negros ni es cajera de McDonald's.

Empapelá tu habitación con mermelada de frambuesa y serás feliz.

Caleidoscópicas perspectivas de innumerables síntomas pesimistas.

La yegüita del hipódromo se alimenta con sanguches de tornillos.

Soñaba con payasos vomitando manzanas azucaradas en la vereda.

Tinta china desparramada en el cráneo de cartón de un robot.

Vientos circulares crean remolinos de mostaza.

En la meta había un terodáctilo pintado de verde fosforescente.

Treinta y dos delirios irracionales surrealistamente alucinatorios.

¡Atención a la tensión entre la ancha lancha y la angosta langosta!

Mi paciencia es una masa gelatinosa que está siendo bombardeada.

Por unanimidad, mi ánimo no es una nimiedad.

Voy a poner la punta de una aspiradora en mi oreja derecha.

Te salvé de Fred. Nunca lo olvides. (¿Sonó amenazante, no?)

¿Si te regalan un globo gigante de cumpleaños, está mal pincharlo para que no estorbe?

Levantar la mano no es participar, pero es más que dejarla abajo.

Símbolo de superioridad: recién maté una hormiga con un dedo.

Melchor, Gaspar y el negro Baltazar. Tres reyes y dos racistas.

Qué nervioso me pone el sonido de un micrófono que acopla.

La individualidad conduce a un camino totalmente ermitaño.

Planear la perfección es un antónimo de las actitudes comunes.

Los obstáculos se aferran del presente como raíces centenarias.

Todas las palabras son placebos.